1. Tienen buenas ideas, pero procuran que las implementen otros.

2. Practican la observación y la escucha activa para mejorar su empatía.

3. Son curiosas y gestionan lo nuevo sin estrés.

4. Aceptan la complejidad de las cosas y que no se puede controlar todo.

5. Nacen así, y, por tanto, no es una capacidad que se desarrolle.

6. Necesitan controlar, asegurarse que todo está atado, para que no haya errores.

7. Prefieren trabajar por su cuenta, de forma individual. No les gustan los equipos.

8. Les encanta trabajar en equipo para complementar sus capacidades con las de otros.

9. Evitan contaminarse con las ideas de otros porque confían exclusivamente de su punto de vista.

10. Son conservadoras en la gestión del riesgo. Temen arriesgar su reputación. 

11. Son perseverantes en los objetivos que se proponen. No dejan cosas a medias. 

12. Son muy críticas con el error. 

13. Prefieren alargar las reflexiones, hasta definir el plan perfecto, antes de actuar. 

14. Son optimistas y transmiten esa convicción contando buenas historias que seducen a los demás.