En la unidad anterior aprendiste QUÉ ES innovar. En ésta vas a comprender POR QUÉ es necesario, conveniente y posible hacerlo. Lo que queremos es que la acción de innovar suba muchos puestos en tu escala de prioridades, no porque te suene a novedad o sigas indicaciones de tus responsables, sino porque estás convencido/a de que te hace mejor persona, contribuye a aportar valor a la ciudadanía y, en definitiva, vale la pena dedicar tiempo a participar en iniciativas como estas. |
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Si “innovar”, como aprendimos en la Unidad-1, es introducir cambios de una novedad significativa que tengan un impacto de valor en un colectivo determinado, entonces vamos a preguntarnos POR QUÉ esos cambios son buenos, oportunos y necesarios tanto para la Administración como para ti, como empleada o empleado público. |
No es tan evidente que la “aplicación de nuevas ideas para conseguir mejores resultados” sea una acción que aporte beneficios muy por encima de los costes, sobre todo cuando eso implica usar parte de tu escaso tiempo, del día a día, para dedicarlo a estas actividades.
En efecto, nos preocupa el tiempo. Sabemos que muchas veces andamos muy justos para sacar las tareas ordinarias, así que es normal que la gente se cuestione la conveniencia de añadir una capa más a nuestra agenda habitual para dedicarla a innovar. |
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Nuestra respuesta es un rotundo SÍ. Nos basamos en la experiencia vivida por las cientos y miles de personas innovadoras públicas que hemos conocido, que reconocen cuánta satisfacción les han generado esos momentos de su vida en los que han participado en retos de innovación, poniendo en valor su capacidad de mejora en su trabajo. Te invitamos a que te abras a esa posibilidad y te te llenes de razones para atreverte a hacerlo. De eso hablaremos precisamente en esta unidad.
Veamos los objetivos...