Ya ha quedado claro que innovar es una necesidad y no una opción. Si la Administración no quiere innovar por sí misma, será la sociedad la que le obligue a hacerlo. |
Pero… ¿y por qué no entender la innovación como un proceso estimulante, como una oportunidad para crecer, y no solo como una necesidad? ¿Y si entendiéramos la innovación como algo que nos hace bien, que vale la pena, más allá de las exigencias del entorno?
En este apartado vamos a reflexionar sobre qué oportunidades subyacen en la acción de innovar que tú, como empleada o empleado público, deberías aprovechar.