Innovar, como ya hemos dicho antes, no es una opción sino una necesidad. En el ejercicio de reflexión que hiciste antes pudiste reflexionar sobre algunas razones, pero en este apartado vamos a profundizar más en ello. Hagámonos primero esta pregunta que parece muy pertinente: |
¿POR QUÉ CAMBIAN E INNOVAN LAS PERSONAS? |
Una respuesta sencilla, pero muy práctica, es considerar estos tres tipos de motivaciones:
1. Por disfrute: Hay personas que cambian e innovan, porque eso va en su naturaleza. Lo hacen porque les gusta cambiar y lo harían sin necesidad de que nadie las empuje a hacerlo. Se mueven por motivaciones intrínsecas porque disfrutan haciéndolo. Según nuestra experiencia, son una minoría en la Administración, pero las que hay tienen mucho que aportar. Viene bien aprovechar esa predisposición para contagiar al resto. Si eres una de ellas, enhorabuena, ¡¡queremos contar contigo!! |
2. Por “el Palo”: Se innova también por miedo a una amenaza, a algo que va a poner en peligro lo que ya se tiene. El mecanismo de cambio, de salir de la zona de confort, se activa cuando las personas perciben la amenaza cerca y no les queda más remedio que movilizarse para hacer algo. Digamos que es una motivación extrínseca negativa. Este tipo de “amenazas” son más difíciles de percibir en la Administración porque buena parte del funcionariado cree vivir en una burbuja de seguridad, pero la evolución social reciente pone en evidencia lo erróneo de pensar así. Nada es permanente ni constante. |
Cualquier ventaja o beneficio, si no se cultiva, se puede perder.
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3. Por "la zanahoria”: La gente también está dispuesta a salirse de su zona de confort cuando ve con claridad una oportunidad de mejorar. Les mueve una motivación extrínseca, pero en este caso positiva. El mecanismo de cambio se activa porque esa “zanahoria” es suficientemente atractiva para hacer el esfuerzo de innovar. El reto está en visibilizar esas oportunidades que movilizan a la gente y que siempre existen. Te invitamos a que, dentro de las limitaciones del marco normativo de la función pública, pienses en incentivos que todavía se pueden aprovechar para movilizar tu vocación innovadora. Los hay, solo hay que ser personas inquietas y curiosas. |
Pasemos a ver si innovar es realmente necesario...