1. La presión social y política obliga a hacer las cosas de un modo diferente, y hay cada vez más consciencia de ello en los cuadros directivos.

2. Hay mucho más dinero disponible, en los presupuestos, para innovar.

3. Los procesos de transformación digital, que acompañan a la Administración Electrónica, pueden usarse como “Caballo de Troya” para introducir cambios significativos en el diseño organizativo y los procesos de gestión.

4. La mayoría del personal público de la CAIB quiere, y ya está preparado para, innovar.

5. Porque hay tiempo de sobra, y se programa en las agendas, para innovar.

6. La normativa que regula la función pública prevé una carrera profesional exitosa para aquellas personas de la Administración que innoven.

7. Ya hay muchos ejemplos de innovaciones públicas que demuestran que eso es posible.

8. Al personal público se le incentiva, con pagas extraordinarias, por innovar.

9. Se puede empezar innovando con proyectos pequeños, desarrollando “micro-intervenciones”, para ir ganando en experiencia.